jueves, 16 de marzo de 2017

MIEDO AL COMPROMISO

Generalmente, se dice que los hombres son quienes tienen, en su mayoría, miedo al compromiso; inclusive, algunos tienen temor a la idea de una paternidad, por lo que postergan el compromiso de vivir una vida en pareja. Tengo un par de amigos que están a un año de entrar a la base cuatro;  pero aún no dan el paso de establecerse con alguien en particular, puede que sus prioridades sean otras, o que realmente disfrutan de su soledad; candidatas no les faltan, pero la decisión final es lo que no existe en ellos. Ese dicho que dice; “soltero maduro, maricón seguro”, es una frase totalmente errada, discriminatoria y retrógrada, porque inclusive también, estamos las mujeres que; de igual manera, tenemos cierto miedo a comprometernos, y escapamos a la idea de ser madres.  Este porcentaje, en la actualidad, es casi o igual que la cantidad de hombres que le huyen a esa alternativa.
Disfrutamos siendo tías, y jugando con nuestros sobrinos; pero sentimos que ser madres, no es aún la etapa que añoramos. Muchos amigos cercanos, siempre tienden a insinuar el hecho que ya es hora de buscar tener un hijo, sin importar que exista una familia constituida;  pero esa decisión no debería ser tomada a la ligera,  simplemente por tener miedo de quedarnos solas. Ser madre soltera es una buena alternativa, pero en definitiva no se encuentra en mis planes. Lo haré cuando encuentre realmente a la persona idónea que merezca el regalo de ser padre.
Para no salirnos del tema, el compromiso; ya sea de noviazgo, convivencia o matrimonio, implica una serie de responsabilidades y muchísima tolerancia con la persona que está a tu lado.
Hace poco menos de tres meses, una amiga muy cercana, tomó la decisión de irse a vivir con su pareja. Ella está comenzando una etapa que jamás había vivido; por lo que en las charlas que tenemos, siempre me comenta que, muchas veces, siente que ha perdido su privacidad y su libertad. Lo que yo le respondo, es que si ambos han optado por iniciar un convivencia, es porque hay un amor fuerte que los está llevando por ese camino, y que en definitiva, siempre hay sacrificios que hacer en aras de haber encontrado a “tu persona ideal”. Además de ello, le digo que no vea la situación como una pérdida de privacidad; sino que oriente esa percepción hacía un lado positivo, es decir, que piense y sienta que ha ganado un confidente, quien velará por su privacidad y seguridad. En cuanto a la libertad, que dice ya no tener; pues tiene que entender que ahora las decisiones se toman en consenso, puesto que afectarán a ambos. Debe de cambiar ese “chip” de libertad, por uno que implique el compartir; pero sin dejar de lado la importancia que tiene el hecho de respetar el espacio de cada uno; teniendo siempre tiempo para compartir con amigos y actividades propias. Recuerda que hacer todo juntos, y estar pegados las 24 horas del día uno con el otro, podría ocasionar fricciones.
El mejor consejo que le puedo dar, es que si siente que aún no está preparada para dar el paso al compromiso; pues, de repente, sea de las personas que disfrutan de su propia compañía, y no por la presión de su entorno debe de inclinarse a quedarse con alguien que no quiere.


No niego que el solo pensar que los años pasan, y que la vejez en una vida unitaria es muy dura; prefiero vivir el presente y amar si hay que hacerlo, pero sin mayor presión que la felicidad que tengo en este momento; mis sobrinos, mi madre, mi hermano, mi cuñada, personas que están ahora, y que siempre estarán, hasta que sea su hora de partir a la siguiente vida; si es que no soy yo quien se va primero. Por ahora, el compromiso no es lo que busco; pero si llega tampoco saldré escapando cual correcaminos, intentaré. Y si el tema va por el lado de mi reloj biológico, pues puedo tomar la alternativa de congelar mis óvulos; sino son para mí, igual pueden servir a alguien que fisiológicamente no pueda concebir.

CJAT

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