Confieso que yo, alguna vez,
he caído en este ir y venir de sentimientos extraños; eso que ahora llaman “Salientes”.
Palabra algo confusa para quien ha nacido en una época donde el amor se
profesaba con declaraciones, con flores, con permisos, con formalidad.
Toda esta moda tiene sus
beneficios y sus sacrificios. Como experimentora de esta moda para fines de escritura
e investigación, ¡ja, ja, ja! (solamente una vez y prometí no volverlo a hacer),
puedo declarar que todo depende de los sentimientos que involucres, y de lo que
realmente esperas de la relación.
Si tú no eres de Perú, primero
empezaré a explicarte el significado de la jerga “Salientes”. Acá, como en
muchos países del mundo, está muy en auge el hecho de tener una pareja
informal. Esa a la que no necesitas rendir cuentas, ni que tampoco te las dé;
esa que no presentas a tu familia, pues no es algo formal. A eso denominamos
“Salientes”.
Como dije anteriormente, los
PRO y los CONTRA dependen mucho de lo que quieras lograr de esa relación.
Comencemos con los beneficios:
-
Eres libre y no tienes que estar al pendiente de
lo que hace tu pareja, ni ella de lo que haces tú.
-
No hay formalidades, por ende no hay
responsabilidades, pues las cartas se pusieron sobre la mesa y ambos las
aceptaron.
-
Tienes espacio cuando lo necesitas, sin
remordimiento de herir a tu pareja.
-
Tienes compañía, pero no obligación.
Ahora veamos los sacrificios:
-
Te puedes llegar a enamorar y no,
necesariamente, la otra persona lo hará.
-
Hay momentos en los que te puedes sentir solo
estando acompañado, como diría el cantante Ricardo Arjona: “Acompáñame a estar
solo”.
-
Debes ser frío, y tener en claro que es una
relación sin futuro.
-
No debes de amar, simplemente querer; porque
amar y querer no es igual (evocando al cantante José José, ¡ji, ji, ji!).
Finalmente, solo te puedo
decir, que es sumamente difícil que los sentimientos no se vean involucrados,
pues siempre en algún momento de esa relación informal, uno de los dos se
enamorará y esa “amistad” terminará para sufrimiento de uno y para
remordimiento del otro.
Yo, particularmente, no lo
recomiendo. Lo hice una vez, y no pretendo volverlo a intentar.
¿Tú, qué opinas?, ¿Has
experimentado esta nueva forma de relación?, ¿Podrías llevarla a cabo sin
comprometer tu corazón?
¡Cuéntanos tu experiencia!
CJAT